Actualidad Noticias 1397 El Barreig de Torreblanca y la armada santa

1397 El Barreig de Torreblanca y la armada santa

Formación

25 oct 2021
XX Hitos de la #CulturadelaVelaCV
Teniente de Navío: Juan José Esteban Garrido

En el siglo XIV, después de la conclusión de la guerra de los dos Pedros (1969), los ataques de los berberiscos a las costas valencianas se recrudecieron y en medio de este ambiente de inseguridad y miedo, a finales de agosto de 1397 ocurre un hecho histórico muy importante: el asalto, saqueo y robo de las casas de la población, arrebatando de la iglesia de Torreblanca la custodia con el santísimo sacramento.

Pedro Fuster, un valenciano renegado convertido al islam, lideraba a los berberiscos que desembarcaron el día de San Bartolomé y apresaron a toda la población dejando el lugar desierto. El brutal asalto produjo una gran conmoción no solo por la destrucción del poblado y la cautividad de los vecinos, sino por el saqueo al templo parroquial.

El reino de Valencia decidió que había llegado el momento de poner en marcha el proyecto de lucha ‘antipirática’ y mejoró las defensas de las costas valencianas mediante la construcción de torres vigía entre ellas la de Oropesa del Mar (1413). Y además, se acordó organizar una armada que castigara la injuria y recuperara las Sagradas Formas. Así Valencia buscó la ayuda de villas e instituciones entrando en contacto con los consellers de Barcelona y finalmente se votó un crédito de 26.000 florines para armar diez galeras. En mayo se logró la colaboración también de Mallorca. Entre la Armada Valenciana y la mallorquina se reunieron 70 naves y 7.500 hombres.

El 27 de agosto de 1398 llegó la Armada que partió de Ibiza a Tedeliz, nido de piratas que castigaba permanentemente el comercio y la navegación en nuestras costas. ​ Una vez superadas las murallas, los hombres entraron en casa del cabecilla pirata: Ahmad Bin Saadi y recuperaron el cáliz que el berberisco tenía como trofeo. ​

El saqueo duró dos días: incendio, destrucción y una ciudad arrasada fue el resultado. La base pirata de Tedeliz había dejado de existir.

De vuelta a Mallorca la flota sufrió un fuerte temporal, pero los barcos valencianos fueron capaces de recomponerse y zarparon de Denia en noviembre de 1397 para socorrer en Avignon al Santo Padre Benedicto XIII.​

La Armada santa valenciana llegó a la desembocadura del Ródano y entró en el mismo hasta que la falta de calado le impidió proseguir. Sin embargo, su presencia facilitó al Papa Luna una tregua con los franceses. Benedicto XIII entregó la ciudad para quedar recluido en el palacio papal de Avignon, donde permaneció hasta que pudo escapar.

Desde el punto de vista de la guerra pirático-corsaria, esta cruzada sirvió para detener incursiones islámicas durante un periodo de tiempo.